EL ENTUSIASMO
¿Para qué te gustaría que sirviera quién eres y lo que estás haciendo?
Es indiscutible que las personas nos relacionamos, necesitamos relacionarnos, (con nosotros, con el entorno y con los demás), y entre muchas razones, por algo extremadamente importante: para sentir que estamos vivos, para "notar que existimos".
Si las relaciones son tan importantes como para hacernos “percibir la vida”, ¿por qué cuando nos relacionamos con lo que somos y lo que hacemos no las cuidamos, las mimamos, para tener un mejor sentido de ella, una vida más plena?
En la pequeña historia que os relato a continuación, las relaciones de cada trabajador con lo que hace, (y hacen los tres lo mismo), son muy legítimas, pero cada una devuelve un sentido diferente a la vida de cada protagonista.
La moraleja que os propongo es ésta: la buena noticia es que podemos elegir cómo relacionarnos; y la mala noticia es que llegar a descubrir una relación que nos haga sentir mejor con lo que hacemos puede que nos cueste un esfuerzo de reflexión y aprendizaje.
(Adoración Romero – 7 de Junio de 2013)
LA FABULA
“En plena Edad Media un peregrino vió en París a tres obreros trabajando con grandes bloques de piedra.
-Qué están haciendo?, les preguntó.
-Cortando piedra- dijo uno con indiferencia.
-Ganándome unos francos- repuso secamente el segundo.
El tercero suspendió su labor por un momento y con una gran sonrisa y marcado entusiasmo respondió:
-Estoy construyendo una hermosa y espectacular catedral que va a ser la más importante de toda la región.”
(Cuento – fuente internet)